martes, 31 de diciembre de 2013

Feliz vida y próspero año de lucha

Cada año por estas fechas escuchamos buenos deseos a todas horas, deseos que no se mantienen en el tiempo, producto de lo efímero de estos sentimientos que las luces, los mantecados y la solidaridad programada nos traen. Buenos deseos de quienes nos joden a todas horas, trasmisiones de esperanza de quienes nos la quitan poquito a poco. Tenemos que aguantar, tenemos que mirar al futuro, tenemos que tragar… Eso nos dicen.

Muchos creímos que el 2013 sería la tumba de estas políticas neo-liberales, del fascismo, de estos gobiernos salvajes que asesinan por omisión de socorro, que desangran recortando nuestras vidas, que encarcelan encadenando nuestra libertad, que privatizan hasta la misma vida humana. No ha sido así, pero eso no debe hacernos creer que ese muro llamado sistema es infranqueable y tiene que estar ahí para siempre, que este año no ha contribuido a su derribo o siquiera que lo ha fortalecido. De hecho, en mayo de 2011 grabé a fuego en mi mente eso de “cada pequeña acción cuenta” y lo creo de corazón; todo lo que hacemos suma y teje una red que va creciendo poco a poco.

No se puede negar que los ánimos están por los suelos. Hay más paro, hay más hambre, hay más miseria, y por si fuera poco nuestra libertad retrocede a tiempos grises que en la memoria colectiva se recordaban como cuentos de terror. Precisamente por eso, precisamente ahora es cuando no debemos decaer, es cuando más debemos hacer; tenemos que hacer solidaridad porque hay que resistir juntos, porque la solidaridad se hace de tú a tú sin esperar nada a cambio, sin ejercer un poder superior, entre iguales; tenemos que reflexionar, que cuestionarnos, que elegir qué futuro queremos, cómo lo queremos y qué estamos haciendo para conseguirlo; tenemos que encontrar nuestro lugar, trabajar desde “nuestro frente” y tratar de pulir los matices que nos separan de quienes buscan lo mismo que nosotros; tenemos, por supuesto, que hacer política, porque hacer política es hablar, es opinar, es reclamar tu poder de decisión y participación en la vida pública, en lo que te afecta a ti, a tu vecina del quinto o a tu mejor amiga en la otra punta del país, y no solo afiliarse a un partido o defender unas siglas como si te fuera la vida en ello.

Pero también tenemos que hacer lo que nos gusta, lo que nos llene, porque la lucha es un esfuerzo mental y nuestra mente necesita descansar estando con los nuestros. Este 2013 nos tiene que servir para darnos cuenta de que en esta carrera de fondo nuestra vida sigue adelante. El año que se va nos deja ejemplos de lucha que probablemente los libros de historia no cuenten, pero que permanecerán en la memoria de muchos de nosotros: las valientes y duras huelgas de hambre en Sol silenciadas por los medios, la lucha feminista en auge ante los retrocesos en igualdad y las leyes abusivas contra el género femenino, los polémicos métodos de reivindicación de FEMEN, las protestas continuas en Grecia que siguen contagiando toda Europa de un espíritu de cambio, los gestos desde las instituciones que algunos valientes siguen haciendo y que nos hacen darnos cuenta de que no estamos locos o el pacifismo de los manifestantes de nuestro país, que aguantan brutales y continuas agresiones policiales, son solo algunos ejemplos dignos de admiración, de la mía al menos.

Debo reconocer que en más de una ocasión me han aconsejado dejar de escribir, de expresarme libremente, de criticar lo que creo malo y alabar lo que creo bueno. De exponer mi visión al mundo con nombre y apellidos. Gente de mi entorno me ha planteado la posibilidad de que esta simple afición traiga consecuencias en el futuro, y yo me pregunto, ¿No es un tremendo acto de hipocresía reivindicar a boca llena la urgente necesidad de un cambio colectivo y no querer ser el primero en alzar tu voz poniéndolo en práctica? Quizás es un ejercicio de miedo, de ese miedo que impera en nuestras vidas desde que nacemos, impuesto desde el régimen y velado por las fuerzas represoras que dicen servirnos y protegernos.

No sé si en el futuro estas miles de palabras aquí ordenadas me traerán quebraderos de cabeza, pero en este presente puedo decir que me llena lo que hago, y no porque piense que sea nada espectacular. Me llena que lo que hace un año era un espacio en la red con apenas 2.000 visitas y menos de una decena de entradas hoy supere las 18.000 y haya saltado de la red a la realidad; la confianza de los medios de comunicación físicos, que el pasado mes de agosto tuvieron en cuenta mis palabras siendo la primera vez que se imprimían en papel y tinta, no es más que un hecho gratificante añadido a mi objetivo, que no es otro que hablar, opinar, dar otra visión del mundo y de la realidad y ofrecerla a quien le pueda interesar. 

¿Cómo vaticinar lo que pueda ocurrir en 2014? Ni siquiera sé si en unos meses podremos seguir hablando dentro de la falsa libertad en que lo hacemos. Hoy, a todos los que a través de la red me habéis leído, cuestionado, respetado y replicado, quiero invitaros a seguir haciéndolo pese a todo, pese a sus intentos de parar nuestra voz, y quiero tomar como excusa el final de este año para desearos que el año que viene, mejor o peor, más pobres o más ricos, más feos o más guapos, más felices o menos, sigamos intentado conseguir lo que queremos y luchar por lo que creemos.


domingo, 24 de noviembre de 2013

#25N: Stop violencia. Abajo el patriarcado.

Hace unas semanas nos animaron en clase a participar en un mural que el Centro Adscrito de Trabajo Social de la Universidad de Almería realiza cada año con motivo del 25 de noviembre, día contra la violencia de género. En ediciones anteriores no quise participar debido a los tintes asistencialistas y tópicos que solían englobar, pero este año, a tratarse de una práctica de clase obligatoria, decidí no renunciar a mis pensamientos y participar de la forma en la que mejor veo conveniente.

Estoy cansado de que cada 8 de marzo se tire de tópicos para tratar de evitar hablar sin tapujos de la verdadera lacra que causa la violencia machista: un sistema patriarcal que desde pequeños nos impide ser lo que la sociedad no quiere que seamos. Un sistema que, entre otras muchas cosas, relega a la mujer a mera comparsa de un hombre rudo e insensible, que adscribe comportamientos a cada género y que margina y estigmatiza a quienes viven su vida en libertad y sin complejos.

La violencia de género no acabará con camisetas naranjas colgadas en la C/ De las Tiendas. Tampoco lo hará por más millones que las administraciones públicas asignen a campañas en las que vemos a actrices maquilladas con ojos morados o levantando un teléfono. La violencia de género acabará cuando las personas, al margen de nuestro sexo u orientación sexual, decidamos dar valor y respetar la diversidad y hagamos que masculino y femenino sean términos secundarios que diferencien genitales, y no personas ni formas de ser.

Soy hombre. Soy feminista. Quiero una igualdad que respete la diversidad.

miércoles, 6 de noviembre de 2013

Si hoy tenéis cerca El Diario de Almería no dudéis en echar un vistazo al extracto de mi artículo "Miles de ERASMUS a su suerte" que han adjuntado a la noticia del #WERTrecula


martes, 5 de noviembre de 2013

Miles de ERASMUS a su suerte

Ayer entré en cólera tras leer los nuevos requisitos para recibir la ayuda económica del gobierno que el Ministerio de Educación hizo públicos en el BOE del pasado 29 de octubre. Necesitaba compartirlo a gritos entre mis compañeros de universidad; un programa con más de 25 años de solera volvía a ponerse en jaque en nuestro país y los posibles beneficiarios de este tenían que conocerlo. En consecuencia, decidí mandar la información a la página “El Informer de la UAL” (una página seguida por más de 4.000 estudiantes de la universidad de Almería en la que puedes encontrar desde romances hasta venta de apuntes), y mi sorpresa fue que entre los comentarios de la noticia había más detractores que defensores.

Quienes no defendían precisamente el programa ERASMUS entonaban los típicos tópicos que quienes han disfrutado esta beca habrán sufrido en numerosas ocasiones: “son unas vacaciones pagadas”, “no van a clase” o “están todo el día de fiesta” servían para apoyar un recorte que en si no supone el fin del programa en nuestro país, pero que pone en una difícil tesitura a quienes la están disfrutando actualmente.

La beca ERASMUS te da la oportunidad de estudiar un determinado periodo de tiempo (normalmente un semestre o un curso escolar completo) en una universidad extranjera. Habitualmente la dotación económica que recibe cada estudiante procedía de tres sitios: del programa en si (la Unión Europea), del gobierno de tu país y, en el caso de España, de la Comunidad Autónoma que oferte ayudas complementarias a las anteriores (en la actualidad solamente Andalucía). Hasta el año pasado la cuantía ministerial dotaba de 100 euros al mes a cada beneficiario y de 85 euros más a aquellos estudiantes que fuesen becados por el Ministerio, pero este año la cosa cambia; el nuevo requisito que se introduce impide recibirla a quienes no fueran becarios del Ministerio el curso pasado (2012-2013).


Pudiendo estar de acuerdo o no con la medida, podemos calificar de indecente el hecho de cambiar los requisitos para ser beneficiario de la cuantía si tenemos en cuenta que esto ha ocurrido más de 2 meses después de que miles de estudiantes de todo el país se encuentren estudiando en sus universidades de destino. La realidad a la que cientos de estudiantes se enfrentan hoy en el extranjero es la de que su gobierno les niega siquiera una cuantía mínima con la que ya contaban. Ahora tendrán que decidir entre volver a sus universidades de origen y verse obligados a devolver el dinero recibido (teniendo en cuenta además el desembolso acarreado por cada estudiante y el hecho de incorporarse a un cuatrimestre que está a punto de llegar a su Ecuador) o seguir adelante con los escasos 115 euros que la Unión Europea da cada mes sin distinción.

Las justificaciones del ministro Wert no se han hecho esperar, pero ya no convencen a nadie. El gobierno de Rajoy se ha atrevido a hacer algo que la Unión Europea no ha sido capaz de llevar a cabo: privar a miles de un programa que ha cambiado tantas vidas, que ha ayudado a progresar a cientos de universidades que se benefician de este, porque las becas ERASMUS no se limitan a lo académico, y el programa SOCIAL ERASMUS ( en el que los estudiantes internacionales realizan actividades de voluntariado en asociaciones de diversa índole) es solo un ejemplo de entre los muchos que podríamos citar.

Para quienes defendemos la educación pública como principal herramienta de igualdad social y creemos que todos los programas que sirvan para intercambiar experiencias y nutrirse de una cultura e idiomas diferentes son positivos este recorte ha supuesto un mazazo, pero está claro que el gobierno no está en esta sintonía; lo demostró el año pasado al eliminar los cursos de idiomas en el extranjero para menores de 30 años o al dejar sin dotación presupuestaria a la famosa beca SÉNECA de intercambio entre universidades españolas. Pero no hay más que echar un vistazo a la LOMCE para darse cuenta de que una educación cambiante, acorde con los tiempos, inclusiva y universal no es algo que esté en sintonía con el ideario del Ministro de Educación.

Me empiezo a plantear que todo esto sea una estrategia de José Ignacio Wert para que sigamos celebrando ”fiestas de cumpleaños”.

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ACTUALIZACIÓN: ¡Notición! Después de una bronca de la UE, del posicionamiento en contra de Nuevas Generaciones, de la regañina en modo postureo de dirigentes del Partido Popular, pero sobretodo, de la movilización masiva a través de las redes sociales y medios de comunicación de la comunidad estudiantil, Wert recula y mantendrá los mismos requisitos para obtener la ayuda ministerial de la beca ERASMUS que el año pasado. Un alivio para miles de estudiantes que tras dos meses estudiando fuera del país se veían en una complicada situación.


Por desgracia nunca sabremos la influencia de mi reciente artículo "Miles de ERASMUS a su suerte" en la decisión del tito Ignacio, pero estoy seguro de que habrá sido, como mínimo, decisiva.

martes, 20 de agosto de 2013


¡Buenísima noticia! Después de unos días de muchas lecturas y repercusión de "Ya ni huele a Feria" he despertado con la gran noticia de que Diario de Almería lo había publicado en su edición impresa de hoy (además de en la digital).

Es la primera vez que algo de lo que escribo cobra vida fuera de la red. A la gran ilusión que supone que alguien considere lo que escribo lo suficientemente interesante como para ser mostrado al mundo se une este pequeño salto.

                                                Hoy huele un poquito más a Feria 


miércoles, 14 de agosto de 2013

Ya ni huele a feria

Los recortes se han apoderado un año más de la feria de nuestra ciudad. A unas horas del pistoletazo de salida, que podemos afirmar que se dará con balas de fogueo tras conocer que la cabalgata anunciadora de fiestas era la principal caída del programa de actividades, parece que el tajo en el presupuesto ha afectado incluso al olor característico de los días previos; ya no podemos ni decir que huela a feria.

Cuando el ayuntamiento anunció que otro año más se destinaría menos dinero a nuestra cada vez menos semana grande, podíamos imaginar una feria poco novedosa. Los peores presagios se hacían realidad leyendo el programa: la falta de novedades se unía a la falta de interés del ayuntamiento de convertir la nuestra en una feria low cost en la que los almerienses pudiéramos olvidar por unas horas que superamos en casi 10 puntos la media estatal de paro.

Pero parece que la austeridad no va con eso de acercar la feria a todos, y no me refiero solo en espacio: las líneas de autobuses al ferial costarán 1,25 euros, 20 céntimos más que un billete habitual, y todo eso pese a ser unas líneas que solo observando su afluencia podemos asegurar que son mucho más que rentables para la empresa SURBUS. Me imagino, sin necesidad de hacer un gran esfuerzo, a unos padres en paro que quieran llevar a sus hijos a la feria, haciendo cuentas para ver cuánto se pueden gastar, o mejor dicho, cuanto les quiere cobrar su alcalde para hacerlos merecedores de poner un pie en el recinto de la Vega de Acá. Una total falta de empatía por parte del ayuntamiento que, una vez más, no está a la altura de las circunstancias y nos demuestra, sin necesidad de decirlo expresamente, que aspiramos a una feria en la que quién pueda pagársela la disfrutará y quien no se conformará con su retransmisión por interalmería televisión.


Alardeaba hace unos días el concejal Carlos Sánchez de que “el 75% de las actividades de esta feria serán totalmente gratuitas y llegarán a todos los barrios” algo que, intentándolo comprobar programa en mano, no cuadra demasiado; visitas guiadas para conocer la Almería que vemos cada día, eventos deportivos poco atractivos para los no asiduos a estos, la batalla de flores, tortura animal, conciertos de segunda, paseo de caballos a pleno sol y “actuaciones” en la caseta municipal. Claro que, si tenemos en cuenta los numerosos actos religiosos en honor a la patrona y recientemente proclamada alcaldesa perpetua de la ciudad (tras rescatar las actas de un pleno municipal de la época de Franco) supongo que el Partido Popular considera la nuestra una feria “como Dios manda”.

Que esta corporación nos lleva a pasos agigantados hacia una feria al estilo sevillano no es ningún secreto. Y no, no tiene nada que ver con que este año dé el pregón José Mercé, un almeriense de pura cepa, ya que además es gaditano; tiene más que ver con la reducción progresiva de actividades alrededor de la ciudad con la justificación de “potenciar el recinto ferial”, consiguiendo así concentrarla en un recinto acotado y haciendo que esta pase por nuestra ciudad casi como una invitada, y no como una seña de identidad. Un ejemplo muy sencillo de esta estrategia es la Caseta Municipal Infantil que el ayuntamiento habilitó con la apertura del nuevo recinto: mientras antes las actividades de “Mi Barrio en Feria” llevaban un trocito de fiesta a numerosas partes de la ciudad, ahora las únicas actividades infantiles, al margen de la cabalgata del lunes, se celebran en el ferial.


Tampoco cobran importancia este año los barrios menos próximos a la capital: Cabo de Gata, Castell del Rey, Ruescas, Costacabana, El Alquian, Retamar… por todos ellos la feria ni siquiera pasa de largo, pero claro, como “tienen fiestas propias” (de barrio) la cosa está más que justificada. Al fin y al cabo, ¿Qué se puede esperar de un consistorio que acepta un cartel de feria plagiado que ha encargado a una empresa privada tras declarar el concurso convocado para tal fin desierto?.

Ejemplos de la "inspiración" de las empresas a las que recurre el ayuntamiento

Todo esto por no mencionar la feria del medio día, antaño buque insignia de los almerienses, hoy reducida a cuatro ambigús iguales, con la misma música que hace cinco años y cuyas consumiciones rozan lo considerable como estafa. Las tardes de feria los almerienses tenemos dos opciones: gastarnos una pasta en chiringuitos y pubs o hacer botellón en la calle y arriesgarnos a gastarnos una pasta en multas porque, por si no te habías dado cuenta, el ayuntamiento no contempla como opción que no vayas a beber alcohol esta feria.

Ni siquiera las redes sociales abren boca. En twitter, comentarios plagados de críticas y desánimo de los propios almerienses ante la que hasta hace no tanto era “su” feria hacen prever que la afluencia al recinto no será mucho mayor que en años anteriores. Desde luego que si la feria de Almería es nuestro mejor escaparate podemos afirmar que, al menos este, se ajusta a la realidad que los almerienses vivimos el resto del año.

viernes, 28 de junio de 2013

Orgullosos

Hoy, 28 de junio, se celebra el día internacional del orgullo LGBT (lésbico, gay, bisexual y transexual) mal conocido como “orgullo gay”. La fecha conmemora los disturbios de Stonewall en 1969, fecha que podríamos señalar como la primera revolución popular en favor de la libertad sexual y de género.

Los asiduos al Stonewall Inn, cansados de las continuas redadas policiales y la represión injustificada, decidieron emprender una lucha que hoy da sus frutos: en Estados Unidos, tras la retirada de la ley de defensa del matrimonio (DOMA), que impedía en el país las uniones entre personas del mismo sexo, abre por fin la puerta al tan ansiado matrimonio igualitario, derecho del que en España disfrutamos desde 2005.

Probablemente de las revueltas de Nueva York escucharíamos hoy lo mismo que escuchamos de las manifestaciones del orgullo LGBT. La fobia a “la pluma” y a los roles atribuidos como norma general a los sexos opuestos sigue vigente en nuestros días, incluso dentro de nuestros semejantes. Sin embargo pecaríamos de ignorantes si negásemos que es a esas “cuatro locas” a quienes hoy tenemos que agradecer que elijamos decir abiertamente nuestra condición sexual o no, porque lo que hoy es una elección antaño era una obligación.

Pasa algo similar con las manifestaciones que se producirán durante estos días en diferentes ciudades de todo el globo (aunque por desgracia no de todos los continentes). Las mismas manifestaciones que en un país como el nuestro una parte de la sociedad califica como “innecesarias” fueron hace tan solo unos meses prohibidas durante 100 años en Rusia o acaban año tras año con agresiones por parte de grupos ultraconservadores en países balcánicos.

De especial mención el citado caso de Rusia, en el que la prohibición de las manifestaciones supuso solo el primer paso de una lista de agresiones a las libertades y los derechos humanos: la DUMA (parlamento ruso) aprobó hace tan solo dos semanas por todos los votos a favor (exceptuando una abstención) una ley que prohíbe a los rusos incluso hablar de la homosexualidad en público o en las redes sociales. Un parlamento entero a favor de reprimir a miles de personas por el simple hecho de sentirse atraídas por los de su mismo sexo. Cabe así entender la pasividad de las autoridades ante los últimos crímenes homófobos en el país, el más grave el de un joven de 23 años torturado hasta la muerte por dos “amigos” tras sincerarse con ellos y hacerles conocedores de su orientación.

Malos tiempos para una materia de controversia, aparcada por muchos gobiernos con el pretexto de no ser un tema “de prioridad”. La realidad es que en muchos países el reconocimiento de derechos que igualen a las personas de diferentes orientaciones sexuales no llega o incluso disminuyen los ya reconocidos. Teniendo en cuenta que las manifestaciones en reclamo de la libertad sexual son prohibidas o reprimidas en un sinfín de países deberíamos como mínimo respetar que en el nuestro se sigan celebrando, al menos como señal de solidaridad.

Orgullosos. No como forma de vida, sino por necesidad, pero orgullosos.



jueves, 6 de junio de 2013

De la red a la realidad

Los españoles tendemos a quejarnos mucho. En muchas ocasiones con razón, si, pero nos quejamos mucho. Nos quejamos en los pasillos de la universidad, nos quejamos en la cola de la pescadería, nos quejamos en el ascensor cuando subimos a un piso lo suficientemente alto como para que la genérica conversación del tiempo que hace no cubra toda la subida...

Con el paso a la tecnología, nos empezamos a quejar en las redes, y vaya que si nos quejamos: en facebook, en twitter, comentando en páginas de noticias... Y ojo, que creo que una sociedad crítica es urgente y tremendamente necesaria, pero también creo que en demasiadas ocasiones nos vamos a lo fácil; nos quejamos para desahogarnos, pero no usamos las herramientas a nuestra disposición para que la queja se transforme en un medio de cambio de lo que nos parece que está mal.

El caso es que el sábado pasado entré a la biblioteca Francisco Villaespesa, y me encontraba con la noticia de que otro año más volvían a reducir el horario a la mínima expresión posible para ahorrarse contratar a suplentes en las vacaciones del personal. Aunque tengo que reconocer que hacía cerca de un año que no iba a estas instalaciones a estudiar, saber que por tercer año consecutivo los estudiantes almerienses iban a ver reducidas a 5 horas al día 5 días a la semana el tiempo que podrían dedicar al estudio en un edificio público destinado a ello me cabreó bastante, sobretodo teniendo en cuenta el discurso anti-recortes de los partidos del actual gobierno andaluz y su compromiso, más de titular que otra cosa, con la educación pública.


Y entonces recordé una conversación con una buena amiga. Un día me contaba que empezó a poner quejas cuando recibía un mal servicio (entiendo que no solo en las administraciones sino en cualquier establecimiento) porque su madre le animó a ello. Lo ilustró en su momento con algo así como "No me calientes la cabeza: pon una reclamación". Tras recordar esto, analicé lo que había hecho; había criticado en twitter que la biblioteca fuese a cerrar las tardes de verano, pero no había hecho nada más.

Acto y seguido me dispuse a poner una reclamación. Me costó un par de viajes debido a que el personal no tenía claro donde se encontraba el libro. Tras una llamada y la amabilidad de las trabajadoras (todo hay que decirlo) subí a la tercera planta y pedí el libro. De nuevo la administrativa no sabía donde se encontraba, pero de nuevo, tras una llamada y unos segundos de espera, me encontraba ante el libro de quejas, sintiendo que había hecho "algo más" que lo que habitualmente hacía.

Y entonces me pregunté, ¿Por qué somos así las personas? ¿Por qué tenemos miedo a lo oficial? ¿A poner nuestro nombre y apellidos a una idea que realmente pensamos? Mi queja era la número 40 de un libro que parecía tener muchos años. ¿Tan pocas personas habían pensado antes en pedir que algo que estaba mal cambiase?


jueves, 23 de mayo de 2013

La otra cara del Rocío: 23 caballos muertos de agotamiento durante las fiestas

Me llega a mi muro de facebook esta brutal imagen que he sentido la necesidad de compartir con vosotros. Pasa todos los años, unas veces con cifras más abultadas, otras con menos, pero todos los años, cuando la virgen está de vuelta en la ermita y los rocieros emprenden el camino de vuelta con el sol de frente, en la aldea no solo quedan las basuras de la fiesta: también quedan los cadáveres de caballos muertos.

Las cifras hablan por si solas: 25 en 2008, 23 en 2009, 11 en 2012, 23 en 2013... Las justificaciones de estos inhumanos especímenes en el programa "Andalucía Directo" en 2008 no tienen desperdicio: "Es que si se les da agua al salir, sudan, y se pueden resfriar". Sin palabras.

Unos de agotamiento por largas caminatas sin descanso, otros de sed, pero en el fondo todos por la misma razón: por la inexistencia de una ley que obligue tratar a los animales como los seres vivos que son y no como objetos que se puedan usar hasta que se rompan.

Vergüenza, rabia e ira. Eso es lo que siento al ver por primera vez la otra cara del Rocío. Vergüenza de que esta sea una de las tradiciones más conocidas de Andalucía y esté construida sobre la tortura y maltrato animal. Rabia de que los mismos que le rezan a un ser superior y bondadoso agoten hasta a la muerte a los seres de, según ellos, su creación. Ira, mucha ira contra quienes ven esto año tras año y no se les revuelven las tripas.

Si esto es Andalucía yo gritaré bien alto que no soy andaluz.




























EDITO: He decidido iniciar una petición en change.org pidiendo al Ministerio de Medio Ambiente y a la Junta de Andalucía que paren esta matanza. Si a ti también te ha impactado no dudes en firmar aquí.

lunes, 20 de mayo de 2013

Sistema penitenciario español, ¿Qué estamos haciendo mal?

Es evidente que España, en materia carcelaria está haciendo algo mal. El número de presos sigue creciendo, el número de reincidentes se dispara, y las autoridades no están respondiendo como deberían.

El pasado mes de abril aparecía la siguiente noticia:




Esto nos lleva a plantearnos, ¿Qué está haciendo bien Holanda y qué no está haciendo bien España? 
Echemos un vistazo a las tasas de encarcelamiento de nuestro país:




Países Bajos, un país de 16 millones de habitantes, tiene 12.000 presos encarcelados. España, un país de 47 millones, tiene 76.000. Podemos buscar las causas de estos datos en el sistema penitenciario holandés:

En la década de los 70 un aumento de la criminalidad llevó al gobierno a aumentar el número de celdas. Esto, más por motivos económicos que por motivos de reinserción, llevó en 1989 al gobierno a hacer un cambio en el código penal que permitiera a los jueces a encomendar servicios a la comunidad a las personas que infringieran la ley. Así, e
n lugar de la privación de libertad y del estigma que conllevaba el ingreso en prisión, los trabajos comunitarios llevaban al usuario a ser reinsertado en la sociedad, y al estado a ahorrar los más de 100.000 euros que cuesta un encarcelado al año.

¿Por qué España no apuesta por estas políticas? ¿Qué está fallando en el sistema penitenciario español? ¿Creemos en la reinserción, o solamente la reflejamos en las leyes porque es políticamente correcto?

Está claro es que España necesita un cambio de rumbo en muchos ámbitos, pero sobretodo en el carcelario. Los delincuentes de hoy tienen que ser los que reinserten a otros delincuentes mañana, y no quienes inciten a otros a la delincuencia, y eso no está pasando en la actualidad.


miércoles, 15 de mayo de 2013

De aquellos indignados estos comprometidos

Dos años hace hoy de aquel 15 de mayo que a muchos cambió la forma en que tenían construida su mente, su visión y en general la vida. Dos años hace que nuestro país no es el mismo. Y claro, no podemos negar que el 15M no es hoy lo que era hace dos años, pero, ¿Significa eso que sea peor? ¿Ha perdido realmente la fuerza que tenía? ¿Qué ha sido de aquellos “indignados”?

Podríamos decir que el 15M cambió la forma de pensar de miles de personas. Nunca antes se había acuñado el término PPSOE para descalificar respetuosamente al turno de partidos al que estamos sometidos los españoles. Nunca antes se había puesto tan de relieve problemáticas como la sanidad, la educación o la ausencia de democracia en muchos aspectos de nuestro sistema. Nunca antes se había cuestionado la forma en que vivimos, nuestro ritmo de vida ni las cosas a las que les damos prioridad; nuestras reflexiones colectivas se limitaban a la barra del bar, al ascensor o a la cola de la carnicería, y se venían reducidas a la mínima expresión porque tras décadas de supuesta democracia aún pensábamos que confrontar ideas nos llevaría a una segunda Guerra Civil.

El movimiento espontáneo (digan lo que digan tertulianos de guion que nunca han pisado una asamblea) eliminó el miedo de los españolitos a la política y la sacó a las calles lejos de las siglas y el partidismo propios de la campaña electoral en la que estalló, dejando en evidencia a unos candidatos a reelección que ni de lejos estuvieron a la altura de las circunstancias. Quien viviese ese ambiente podrá confirmar que agrupó a gente de un sinfín de ideologías, a cientos de formas distintas de concebir el mundo, y las puso a trabajar buscando objetivos comunes, dando una lección a nuestros “representantes” y enseñándoles que sus “representados” eran mucho más dialogantes que ellos.

Sería de ilusos decir que el 15M cambió el mundo varias semanas de acampadas, como también lo sería negar que sentó los cimientos de algo que, a día de hoy, se sigue construyendo. ¿Qué fue pues de esos quincemayistas? Pues muy sencillo: unos siguieron con las asambleas semanales, otros decidieron fundar otros grupos alternativos de acción (como “Somos Mayoría”, el movimiento promovido por Julio Anguita), otros emprendieron luchas sectoriales (las llamadas MAREAS: verde, blanca, naranja, violeta…). Los hay quienes incluso buscaron formas de vida inusuales y decidieron crear sus propias cooperativas de consumo, que hoy crecen y crecen sumando cada vez a más productores y consumidores unidos por el comercio justo y el respeto al medio ambiente. También los hay quienes, por desgracia, desistieron en la lucha.

No se puede negar que el movimiento despertó conciencias, incluso la mía; hoy no sería portavoz estudiantil en mi facultad si no hubiera sido por ese movimiento llamado “Democracia Real YA!” que me llevó del sofá a la calle. Me atrevería a decir sin miedo a equivocarme que tampoco estaría escribiendo estas líneas de no ser por esas semanas de acampada, por esos meses de asambleas, por esas horas de trabajo por cambiar las cosas a mejor, por esa gente de gran corazón y buena voluntad que me motivaba a destinar mi tiempo a algo productivo.

Si medimos el apoyo del 15M en la asistencia a sus manifestaciones podríamos decir que está prácticamente muerto, pero estaríamos cometiendo un gran error: negar que todas las personas que formaron parte y se implicaron durante meses en la “spanish revolution” no sufrieron cambio alguno en sus vidas cuando su actividad llegó al fin, o mejor dicho, al punto y seguido.

Las personas que coincidimos ese mayo de 2011 no hemos cesado en la búsqueda de las reivindicaciones que nos llevaron a las plazas: auténtica democracia, política al servicio de las personas, búsqueda del bienestar colectivo y mecanismos para que el conjunto de la ciudadanía sea quien decida sobre los aspectos que les afectan, entre otras miles de cosas. Cada día tratan de hacernos ver que estos objetivos están más y más lejos, y es por ello que dos años después es momento de seguir luchando por construir algo de lo que nos podamos sentir orgullosos, un legado digno que dejar a las generaciones futuras.

De norte a sur, de este a oeste, la lucha sigue, cueste lo que cueste.


Felicidades 15M. No dejes de crecer.


domingo, 28 de abril de 2013

"Sociedad de la información" la llaman

¿Por qué la gente habla hoy de una masacre en Bangladesh que se produjo hace ya cuatro días? El mundo estaba desenganchándose de Boston, y unos medios de comunicación que reciben sustanciosas cifras de dinero de los terroristas que están detrás de la muerte de más de 350 personas no tenían ganas de informar del desplome de un edificio en el que trabajaban esclavizadas cientos de personas bajo un mando español.

No es que la información nos llegue tarde. Sencillamente es que la información está bloqueada hasta que sale por todos lados. Solo entonces, cuando la noticia corre entre una ciudadanía convertida en profesionales periodistas, es cuando los medios se hacen eco de algo que fueron los primeros en saber.

Sociedad de la información la llaman. Usted, que moviliza miles de personas y ocupa cientos de horas de televisión por cuatro muertos en occidente mientras allí abajo mueren a miles, si, usted: váyase a la mierda.

lunes, 22 de abril de 2013

Talegón va, talegazo viene

Prepotente, soberbia y diluida. Así definiría la actitud de Beatriz Talegón en la anunciada como "mesa redonda" sobre juventud y participación ciudadana que la asociación "Tormenta de Ideas" ha organizado esta mañana en la UAL. Una charla en la que la participación ciudadana se ha resumido en animar a los jóvenes a que conozcan los partidos desde dentro, y no a través de los medios de comunicación. Lo que no han faltado han sido críticas y topicazos sobre lo que ella llamaba "la derecha" y justificaciones y ensalzamientos sobre lo que ella llamaba "la izquierda".

Un actitud además bastante acorde con los miembros de Juventudes Socialistas de Almería; una de sus miembros le ha pedido a Talegón que no me respon
diera tras plantearle las cuestiones que le he preguntado, pese a que no le he faltado el respeto en ningún momento ni la he menospreciado. Es lo que tiene amar unas siglas y no diferenciar entre militancia y fanatismo, que se pierden formas, educación y razón.

Llevo toda la tarde pensando, analizando que es lo que puede haber molestado tanto a Talegón para que me llame sectario (de forma maquillada, hablando de mi SECTARISMO, pero al final llamándomelo). Algunas cosas tal como se las he dicho:
- "Pensaba que venía a una charla sobre juventud y participación ciudadana y esto parece más casi un mitin de captación política"
- "Yo estoy en 15M y movimientos sociales, reclamo democracia en las calles y voto, pero no por el PSOE" (tras decir que la gente que de manifiesta luego no va a votar)
- "Ni Rajoy es mi presidente ni Zapatero es mi presidente porque vienen de un sistema electoral putrefacto montado y alimentado por PP y PSOE para perpetuar en el poder a los suyos" (tras decir que Rajoy es su presidente como el de todos los españoles porque en "el juego democrático hay que saber perder y ganar")
- "La reforma electoral de 2011 promovida por el PSOE la hizo aun más antidemocrática, obligando a los partidos sin representación a recoger avales para presentarse"
- "¿Cómo le vas a pedir a Marea Naranja Andalucía que adhieran sus reivindicaciones al partido que mayores recortes sociales ha hecho en la historia de Andalucía, que está privatizando la gestión de centros de menores y despidiendo a profesionales?" (tras decir que los movimientos sociales - mareas - grupos de acción tenían que llevar su reivindicación a partidos)
- "Has dicho que los escraches, si no gobernara el PP, no serían necesarios. Tu PSOE sin embargo se negó a apoyar la dación en pago hasta en 10 ocasiones, y Rubalcaba de hecho la criticó hace unos días"

Y tras ser muy democráticamente interrumpido por el moderador (porque Bea ha dejado claro que ellos eran los demócratas y el resto unos marginales) he concluido con un "Si las respuestas fueran más cortas podría haber más intervenciones".

¿Ustedes me llamarían sectario? Sea como sea ir a esta charla pagada con dinero público de ese que le sobra a la UAL por todos lados me ha confirmado una idea que ya me rondaba la cabeza: si este es el futuro, la regeneración de la política española, solo puedo decir eso de "Virgencita, Virgencita, que me quede como estoy".

lunes, 8 de abril de 2013

Apoyos que emocionan y dan fuerzas








Hoy os traigo algo bonito. Entre toda la crítica a la que os tengo habituados voy a arrojar un poquito de luz, y es que no es para menos; el blog "No Soy Asistenta", espacio en el que una trabajadora social habla de cientos de cosas relacionadas con la profesión, ha tenido en cuenta a El Mundo Desde Almería para elaborar una lista de blogs interesantes a los que ha otorgado un premio simbólico. Si ya es un honor para mi que alguien dedique tiempo a leerme os podréis imaginar lo que supone que alguien tenga en estima lo que escribo.

El caso es que a raíz de esto he completado un formulario para publicarse en ese blog, y como me ha gustado y me ha hecho reflexionar, quería compartirlo con todos vosotros. Aprovecho para agradecer de todo corazón a esa gran profesional que administra el citado blog.


 ¿Qué te impulsó a crear el Blog?
Llevaba años con ganas de crear algo que me motivase. Siempre me había gustado escribir, mi muro de facebook era (y de hecho aun lo es) una especie de ideario personal en el que reflexionaba sobre el mundo, pero sentía que las cosas se perdían y que mis palabras eran efímeras. Después de reducir mi participación en algunos movimientos sociales por causas naturales pensé que tenía que seguir expresándome al mundo de alguna forma, así que decidí crear mi blog. Lo llamé El Mundo Desde Almería porque mi tierra es mi bandera y tengo mis orígenes muy presentes en mi día a día.

¿Qué objetivos tiene marcados tu Blog?
No tengo ningún objetivo claro, y eso es lo que me motiva a seguir escribiendo. Lo mismo estoy un mes sin escribir que escribo tres entradas en una semana. Escribo cuando me apetece, cuando me viene un tema importante a la cabeza, cuando algo me toca la fibra... De hecho, una de mis últimas entradas es sobre la politización de la semana santa de mi Almería. Mando algunos artículos a medios digitales locales, pero no pretendo que mi blog sea un sitio donde solo colgar lo que otros ven suficientemente interesante para mostrar, sino todo lo contrario.

¿Va dirigido a un público en especial?
Si, va dirigido a un público muy específico y escaso: a todas aquellas personas dispuestas a leer la opinión de otra persona, respetarla si no están de acuerdo y replicarla con respeto con el fin de que nos ayudemos mutuamente a pensar.

Cuéntanos una gran alegría que te haya dado el Blog.
Una gran alegría es que un par de personas me hayan reconocido por él. Me fascina que alguien dedique tiempo de su vida a leer algo escrito por mí; me hace sentirme bien. Además, es un auténtico ZAS EN TODA LA BOCA para todas aquellas personas que ignoran la capacidad de pensar y razonar de los menores de 30 años; los jóvenes tenemos mucho que decir y, por desgracia, muy pocas oportunidades.

¿Por qué crees que has sido nominado a este premio?
Supongo que he sido nominado porque te he expresado en varias ocasiones mi fascinación por lo que escribes, y eso te ha llevado a leerme. Como los temas sociales son lo que más me motiva, como debe ser, me habrás leído con ganas.

¿Conoces el Blog “No soy asistenta”? Danos tu opinión sobre él.
Por supuesto. Mi opinión al respecto es clara: información muy interesante sobre el trabajo social, especialmente la que nos cuenta como es el trabajo social en otros países o la que desmonta tópicos de la profesión. Es un blog que todo estudiante de TS debería leer. Creo además que tiene contenido que podría utilizarse en más de una asignatura para pensar y crear debate. Todo llegará.

¿Cuál es actualmente el motor/ilusión de tu vida?
Pues aunque no suene a sorpresa la ilusión de mi vida es encontrar un hueco en el que mi actividad sirva para mejorar algún aspecto de esta vida. Cambiar el mundo se ha convertido en un ambicioso objetivo que, como queda grande, nunca te hace decaer.

miércoles, 27 de marzo de 2013

La semana santa, mina de oro para los políticos almerienses

Almeriense, cofrade y afiliado del partido popular”. Esa podría ser la bio del twitter del modelo ideal de cofrade en nuestra ciudad. Al menos es lo que desde algunas hermandades y círculos “capillitas” nos hacen creer año tras año. Por suerte la semana santa de Almería lleva detrás el trabajo, esfuerzo y dedicación de cientos de personas que trabajan sin remuneración alguna; personas que por desgracia no ocuparán las portadas de los tradicionalmente comprados periódicos de la provincia.

Año tras año, los políticos de turno ven en la semana santa una mina de oro para asomar la cabeza, darse golpes de pecho y, si queda tiempo, abrazar a algún nazareno con capirote para que quede una estampa digna de portada.

Lo mismo dan la orden de levantar un palio, un misterio o su propio culo de la silla de la tribuna oficial del Paseo (la única cuyo aforo no se ha visto este año reducido) cuando pasa la cofradía de turno. El caso es salir, aparentar y que nos vean, porque lo que no se ve no cuenta y en consecuencia no sirve de nada.

Yo no les voy a engañar: soy un agnóstico convencido que admite sin complejos su afición por la semana santa, por el olor a incienso y por el tintineo de las bambalinas de un palio. Prefiero quedarme con los detalles de una imagen o la minuciosidad de un bordado que pensar en lo que lleva detrás toda esa parafernalia, que cada vez vemos que es menos. Es por ello que me veo obligado a romper un lanzar en favor de la semana santa de Almería y señalar a los “judas” que la tienen secuestrada.

Esta misma mañana conocíamos una noticia inesperada: la Hermandad de Las Angustias remodelaba por completo su itinerario, a menos de 48 horas de realizar su estación de penitencia, debido a que el mismo ayuntamiento que dice estar entregado en cuerpo y alma con la tradición no se había dignado a subsanar los problemas que impedían que la hermandad pudiese cumplir su recorrido por las calles establecidas. Estos eran básicamente quitar un par de pivotes y subir varios cables, a priori nada complejo.

Pero no es la primera de esta semana santa. Después de la penosa imagen de la carrera oficial, que ha visto reducida prácticamente a la mitad el número de asientos ofertados gratuitamente (es decir, pagados con fondos públicos) a la ciudadanía para disfrutar de los desfiles, también nos enterábamos a través de
la Unión de Policía Local y Bomberos de Andalucía-Almería (UPLBA)
de que la propia policía local no dispone de efectivos suficientes para ordenar el tráfico y hacer que la movilidad en la ciudad sea algo más llevadera durante estas tardes de procesiones y caos.

Pero es que al final hermandades y “capillitas” tienen lo que se merecen. ¿Por qué? Por agachar la cabeza cuando el concejal de turno recorre un pasillo de cámaras hasta el martillo de un paso. Por aplaudir cuando el alcalde se acerca a una iglesia minutos antes de que llegue la hora de abrir las puertas. Por vender la semana santa al político de turno y prostituir la devoción de la gente a unas siglas. Por permitir todo lo anterior y luego quejarse desde el anonimato que proporciona la red: tienen lo que se merecen.

viernes, 15 de marzo de 2013

lunes, 4 de marzo de 2013

Reflexiones desde la caja tonta (I): The Walking Dead y la deshumanización de la sociedad

El último episodio de la serie 'The Walking Deadme ha dejado pensativo. La historia trata de un grupo de personas que tratan de sobrevivir en un mundo asolado por una epidemia de auténticos muertos vivientes (o zombies) a quienes solo mueve la sed de sangre humana.

[NOTA: Si no has visto el episodio 3x12 no sigas leyendo]

Llevan unos episodios bastantes deshumanizados, guerrilleros y muy egoístas, pero lo de hoy está en otro nivel. Van tres personas en un coche, el protagonista, una mujer y un niño de no más de 12 años, cuando un mochilero les pide auxilio. Siguen de largo, ignorándolo. Unos metros más adelante se les atasca el coche en el barro, y se tienen que parar a sacarlo. Este les sigue pidiendo ayuda, y un poco antes de alcanzarlos se van. El niño, que a priori por su edad debería ser el que menos entendiese la situación, muestra en todo momento un gesto de indiferencia bastante chocante.

El hecho que más me ha marcado es cuando al final del episodio pasan por la carretera en la que se lo encontraron y hay sangre y vísceras (evidentemente de este) junto a la mochila que portaba en las primeras escenas. Sin mediar palabra estos paran el coche, cogen la mochila, y siguen adelante sin inmutarse.


Y yo me pregunto, ¿Y si mañana una enfermedad asola el mundo (algo no tan improbable), la población se reduce a una mínima expresión y nos vemos en situaciones similares? ¿Llegaríamos al punto de ignorar a gente, dejarla a su suerte y no inmutarnos ante una muerte que podríamos haber evitado siendo un poco humanos? Es más, ¿Es algo que ha pasa en nuestro mundo, que ha pasado siempre en nuestra sociedad? ¿Actuamos de igual manera, aunque con diferentes formas, con personas en nuestras ciudades o con personas de países con menos suerte que el nuestro?

Quiero pensar que frente al odio, al egoísmo, al todo por sobrevivir, las personas somos capaces de sacar nuestro lado más humano. De hecho, he de reconocer que otras escenas de esta misma serie representan todo lo contrario a lo que esta en concreto muestra. Lo que no puedo evitar pensar es que incluso esta ficción, en principio descabellada, guarda cierta relación con la realidad en muchos de sus aspectos.

                                     
Parte de la escena anteriormente referida

martes, 5 de febrero de 2013

Sus multas no me van a parar

El pasado mes de octubre decidí secundar las protesta en defensa de la educación pública convocadas a nivel estatal por el inexistente en Almería Sindicato de Estudiantes. Lo hice porque creo que la educación pública es un derecho del que yo hasta ahora he disfrutado y que de no serlo, no me hubiera sido posible. Lo hice por mi derecho a la educación pública, por el de mis futuros hijos, y por supuesto, también por el de los hijos de los agentes que me “propusieron para sanción”.

Ellos no ponen multas. Ellos solamente redactan los informes tras haber identificado aleatoriamente a personas que, estuviesen en la protesta o simplemente pasasen por allí, se cruzasen en su camino y “lo pasan a la subdelegación de gobierno para que haga lo crea conveniente”. Tan solo son un eslabón más de una cadena que tiene grabadas las palabras REPRESIÓN INSTITUCIONAL. ¿Tan culpables como cualquier otro de los que la hacen posible? En mi opinión sí.

El caso es que el pasado mes de diciembre recibí una notificación en casa en la que se me informaba de haberse iniciado un expediente administrativo a causa de esto. Lleno de errores, de manipulaciones, de mentiras y de exageraciones, pero sobretodo de odio y ganas de desmovilizar a la gente. El día en que escribo un artículo, y después de presentar un escrito de alegaciones de más de 8 páginas, varias capturas de redes sociales que desmienten las acusaciones y las declaraciones juradas de tres testigos que aseguran que ni mucho menos fui organizador de la protesta, he recibido la resolución de este; una copia prácticamente calcada de la notificación inicial (incluso con los mismos errores de forma) que ni siquiera hace alusión a las pruebas anteriormente citadas.

En ningún momento en las jornadas indicadas se me identificó. Es más, desde una protesta organizada por acampadaalm en la puerta de la diputación de Almería, allá por julio de 2011, ningún agente policial me ha identificado, ni en una protesta ni en otro lugar. “No necesitamos identificarle para saber que es él” le decía un integrante del cuerpo en la ciudad a una persona que se interesó por mi caso. Debo ser famoso en esta ciudad y yo no me he enterado. ¿O quizás no es cosa exclusiva de la subdelegada del gobierno de Madrid eso de hacer una lista con “potenciales delincuentes” integrada por cientos de personas que participan activamente en movimientos sociales? No lo sé. Lo que si se es que defender los derechos de la ciudadanía sale bastante caro: a mí en concreto por 400€ que, siendo estudiante y con una situación en casa tan compleja como la de otros 6 millones de hogares en nuestro país, me serán difíciles de afrontar.

Pero mi pregunta es, ¿Cómo es posible que en una manifestación convocada estatalmente y difundida a través de las redes sociales, en la que la policía no solo no informa a los asistentes de que no ha sido autorizada, sino que además les escolta y abre paso a medida que avanzan, yo tenga que informarme de si esa convocatoria cuenta con los permisos pertinentes o no? ¿Y de qué manera podría yo obtener esa información? Al igual que el resto de estudiantes que en esos días nos dimos cita, yo no tenía constancia de que esa manifestación no estuviese autorizada. Ningún agente policial u otra autoridad nos informó de que estuviéramos cometiendo una infracción. Aun así, si se me acusa de ello en el expediente administrativo a mí, la única persona de las 600 que asistieron que ha sido propuesta para sanción. La única. Raro, ¿No?

Por desgracia, no soy el primero al que han multado aleatoriamente a modo de aleccionamiento. Algo me dice que tampoco seré el último. Eso sí: hace mucho tiempo decidí que entre quedarme en casa viendo como “españoles de bien” como Bárcenas se va de rositas mientras recortan 5.000 millones en la educación pública, o salir a la calle a reclamar mis derechos como ciudadano español y ejercer un derecho fundamental recogido en nuestra constitución como es el de derecho de reunión, elegía lo segundo.

Sus multas no me van a parar. Algún día habrán merecido la pena.

martes, 29 de enero de 2013

El rector-asesor

No, no es el título de una película de terror. Tampoco de una novela descatalogada que venden en una tasca de estación, ni un libro de auto-ayuda. Es la vida misma, es España.

Hace unos días se conocía la noticia de que CaixaBank, perteneciente al grupo La Caixa, había formado su consejo asesor territorial en nuestra comunidad autónoma. Pero la noticia no era que doce tíos (sí, todos hombres) fuesen a cobrar un pastizal por un cargo de pega, algo bastante habitual en nuestro país, no: la noticia era que el Rector de la Universidad de Almería, Pedro Roque Molina, figuraba entre los doce magníficos.

Pedro Molina, el único de los integrantes de este nuevo consejo que pertenece a la administración, probablemente sea también el único que para hacerlo se ha saltado la ley: la Ley 3/1995, de incompatibilidades de altos caros de la Administración de la Junta de Andalucía y de declaración de actividades, bienes e intereses de altos cargos y otros cargos públicos. No entremos ya en que la Universidad de Almería tiene adjudicadas obras a varias empresas adjudicatarias de las que, casualidad: la entidad es partícipe. Ni siquiera me pregunto si esto habrá tenido algo que ver a la hora de escogerle porque parece evidente que no ha sido designado por sus cualidades profesionales, precisamente.

Nuestro rector magnífico, que ha mostrado muchas veces su enorme “compromiso social” con quienes peor lo pasan, entregando ordenadores a inmigrantes que en el futuro serán quienes le paguen el sueldo o estando presente en jornadas de concienciación sobre diversos temas de índole social, parece no tener reparos en percibir otro sueldo de una entidad que está entre las cuatro que más desahucios ejecutaron en 2012. La misma entidad que no desahució a Amaia Egaña porque esta se suicidó antes de que la policía irrumpiese en su casa de Baracaldo el pasado mes de noviembre. Una entidad cuya obra social consisten en desahuciar a madres solteras con hijos que perciben menos de cien euros al mes, como ocurrió en diciembre en Sevilla.

Para más inri, casi simultáneamente a esta noticia, conocíamos otra relacionada con dicha filial: para absorber las antiguas oficinas de Caja Sol, la red se dispone a cerrar 220 oficinas en toda Andalucía. Aseguran que no habrá despidos, algo de lo que no solo yo, sino los trabajadores desconfían, pero si admiten que habrá 850 “traslados forzosos” de trabajadores de dicha entidad. Justo después de conformar su consejo asesor andaluz. ¿Cuántos sueldos de trabajadores se podrían mantener con lo que cobren estos doce afortunados? No lo sabemos porque, evidentemente, la cifra no ha trascendido.

Pedro Molina tiene no solo que dar explicaciones, sino dimitir de uno de los dos cargos. No porque el prácticamente inexistente movimiento estudiantil de la Universidad de Almería, que ni está ni se le espera, se lo pidamos. Tampoco porque la comunidad docente, mayoritariamente afín a él, lo exija. Por simple calidad democrática, algo de lo que nuestra universidad pública no está para dar ejemplo, tiene que hacerlo. 

miércoles, 23 de enero de 2013

Preguntas... Incómodas, incisivas, banales, pero al final, preguntas.

He conocido una maravillosa herramienta ask.fm que permite a cualquier persona de forma anónima hacerte preguntas. Así, sin más complejidad. Poder preguntarle a alguien sobre sus pensamientos más profundos, sobre sus inquietudes más ocultas, sus aspiraciones... y sobre banalidades también, que no todo es seriedad en la vida.

He incluido a la derecha del blog un cuadro similar al que un poco más abajo adjunto para que lo podáis hacer sin salir de este pequeño mundo que he creado y entre todos me ayudáis a mantener. Mi perfil en la web, para que podáis ver que preguntas me han hecho otras personas y para ver lo que respondo a las que espero que me hagáis es www.ask.fm/juande93. Si os aburrís, no perdáis el tiempo: hacérmelo perder a mi.

lunes, 14 de enero de 2013

Por qué el PSOE no nos sirve

Este artículo no lo he escrito yo, sino un tal Victor A. Rocafort, pero sin duda eso no importa. Este artículo cuenta, en muy poquitas palabras, con un tono muy calmado y bastante objetivamente por qué el PSOE no nos sirvió mientras gobernaba, no nos sirve ahora en oposición ni nos servirá como alternativa en el futuro más próximo (y me atrevería a decir que en uno más lejano tampoco, al menos a quienes tanto hemos padecido y sufrido sus acciones)

Disfrutadlo, si un carnet no os lo impide.
Han sido años de miedo a la derecha desde la derecha. Han sido demasiados años escuchando a los mayores recordando la disolución del golpismo, o lo que se hizo por la sanidad y la educación pública en este país hace ya tres décadas. Han sido años de esperanzas frustradas una y otra vez; han sido años de espejismos. Si de verdad se quiere dar paso a un nuevo tiempo político desde la izquierda, debemos ser claros respecto al PSOE.  
Porque fue precisamente el Partido Socialista el que implantó el trabajo precario a fines de los ochenta; los tribunales condenaron a un Ministro del Interior del PSOE, así como a diversos altos cargos, por secuestro y malversación en relación a una banda armada que asesinó a cerca de 30 personas; hubo, y siguen dándose, mil y un escándalos de corrupción; se creó una fuerte y jerárquica burocracia partidista, donde todos se daban codazos de puertas adentro y se colocaban de puertas afuera. El PSOE incumplió pronto su palabra para meternos en la OTAN. Aceptó entusiasmado los tratados europeos que construían una Europa fortaleza y neoliberal. Se plegó a los banqueros desde tiempos de Miguel Boyer, Carlos Solchaga y la beautiful people, ¿recuerdan? Las privatizaciones las comenzó Felipe González, hoy en Gas Natural. El PSOE fue más duro incluso que el PP al abordar la inmigración, con redadas policiales xenófobas y el fortalecimiento ‘rubalcabiano’ de un régimen que atemorizaba a los sin papeles con las deportaciones y los Centros de Internamiento para Extranjeros (CIE).
Mientras, se mantenían los privilegios de la Iglesia Católica y, de manera vergonzante, no ha dejado de apoyarse a la Monarquía. Nunca se actuó para quebrar la estructura y la cultura institucional heredada del franquismo que se insertaba en la policía, y a día de hoy seguimos sufriendo las consecuencias. Zapatero falló a todo un país cuando dejó su tímido programa a un lado en mayo de 2010 para iniciar, con fuerza, el trágico camino de los recortes sociales. Como es sabido, este tránsito finalizó en una reforma de la Constitución hecha a espaldas de la ciudadanía. 
Pero son amables, educados y tolerantes al hablar; se saben muy bien la teoría. No son cavernícolas con el tema del aborto, y han traído el matrimonio homosexual. Se opusieron a la Guerra de Irak —aunque  enseguida nos metieran en Afganistán—, y crearon un Ministerio de Igualdad en una digna política contra la violencia machista. Aunque nunca han hecho ascos a utilizar la represión policial en diversas variantes, saben de su base social y seguramente nunca pondrían a personajes como Francisco Javier Ansuátegui o Cristina Cifuentes como Delegados del Gobierno en Madrid. El problema más gordo que tienen es que ahora mismo no recuerdo mucho más.  
Porque bien pensado, todo lo anterior les sitúa si acaso como el menos malo de los dos partidos hegemónicos que se turnan en el poder desde 1982. Nunca han tocado las líneas principales de la economía neoliberal. Jamás se han atrevido a alterar una estructura fiscal injusta y regresiva. Su política medioambiental, cuando afrontamos una crisis climática monumental, ha sido más de lo mismo: desde medidas para la galería hasta políticas abiertamente antiecológicas. Sobre sus reformas universitarias no hay más que estudiar la puesta en marcha que hicieron de la llamada Estrategia Universidad 2015, que en breve rematará el PP siguiendo la misma línea. Rinden pleitesía a los bancos, como confesó Miguel Sebastián que le ordenaba Pepe Blanco, y son ya demasiados los que abiertamente tratan de colocarse en multinacionales privatizadas cuando se jubilan de la política. Suelen hablar de democracia en público y tirar de despotismo en los pasillos sin despeinarse; lástima produce cuando observas a algún/a joven aprendiz tomando nota.
Sin ser los únicos en esto, hay modos no democráticos de hacer política que se han incrustado demasiado en el ADN institucional de este partido. Pocos se atreverían a afirmar que se permite la transparencia, la libertad de expresión y la horizontalidad en sus estructuras. Mucho me temo que el concepto que más acude a la cabeza de la gente de izquierdas al pensar en ellos, tras tanta decepción, ya es sólo hipocresía. Comprobemos, si no, lo que está sucediendo con su periódico, perfecto reflejo del progresismo impostado de este país.
Ahora pretenden plasmar en su Conferencia Política un proceso de diálogo con ciudadanos y militantes. Por supuesto, nada de hablar de romper con el funcionamiento interno del partido, ni de cuestionar (siquiera por primarias) a la dirección. ¿Recuerdan a las dirigentes que luego fueron ministras del gobierno de Zapatero en las manifestaciones contra la LOU? Yo casi me lo creía. Es decir, ya sabemos que pueden marearnos, acercarse, dialogar, montar primarias “estratégicamente”…. para luego en el poder hacer lo de siempre. Han perdido todo derecho a la confianza.
La postura del PSOE durante los últimos años en el tema fundamental de los desahucios, a pesar de las contorsiones de última hora, es lo que ha causado las últimas deserciones de antiguos simpatizantes. ¿Se puede votar hasta 4 veces en el Congreso a favor de los bancos en este tema? ¿Cómo han sido capaces de sobrevolar indiferentes el profundo dolor de las clases populares de este país, cuando podían haberlo detenido? ¿Quién les va a creer ahora? Más de 500 desahucios al día, que se dice pronto. Familias arruinadas de por vida, suicidios evitables, 400.000 ejecuciones hipotecarias desde 2007, contrastan con los rescates bancarios y con la ya indeleble imagen de Alfredo Sáenz indultado por los socialistas.
Sumado al asunto de los desahucios, de la corrupción y al aire fresco que demanda ya tanta gente, la imagen negativa que desprende la actual dirección es otro gran hándicap para el PSOE, quizá el definitivo. Se trata de una dirección gris y sumisa, aún ahíta de poder, que mira mal cualquier intento de cambio interno empeñada en ganar tiempo no sé sabe para qué. Lo peor no es que ya no les creamos, es que han dejado de creerse a sí mismos hace mucho tiempo. Son además tantos y tan profundos los cambios que debiera afrontar una nueva dirección, que lo razonable para los regeneradores sería empezar desde otras coordenadas.
El PSOE no sirve por tanto a la izquierda, hoy menos que nunca. Porque si alguna vez estuvo allí, lo que es seguro es que hace tiempo que no sabe dónde está. La socialdemocracia no llegó a desarrollarse en nuestro país, a pesar de que un partido supuestamente socialista estuvo en el gobierno más de veinte años. Aun así, es dudoso que las propuestas socialdemócratas tengan espacio en un escenario donde el capitalismo, para sobrevivir, anda desbocado provocando crisis gigantescas en el primer mundo. En la dirección del PSOE tampoco hay ya en cualquier caso socialdemócratas que busquen siquiera domar al capitalismo mediante nuevos ingenios; sólo dirigentes temerosos de la jerarquía, sometidos a los dictados de los poderes financieros y sin libertad para cultivar unos vínculos democráticos con quienes supuestamente representan.
Se precisa coraje e imaginación para afrontar las grandes rupturas por venir, pues estamos ante un tiempo nuevo.
El 15M —no olvidemos que surgido un día de represión policial, ordenada por el gobierno socialista, contra quienes ejercían su derecho a manifestarse— lo dejó muy claro: se precisa un cambio radical contra el régimen del PPSOE. Muchos socialistas insatisfechos transitan desde hace tiempo por el propio 15M, en las asambleas de sus barrios, en sus sindicatos, luchando de otra manera en las diversas mareas en defensa de lo público; también los habrá aún paralizados, frustrados o pensativos en sus casas. Es así como la militancia de base, profundamente desengañada en su mayoría, busca otros cauces para seguir haciendo una política que les permita reconocerse con orgullo. Los hay también que desde dentro del partido, en sus agrupaciones, aún piensan que es posible el enésimo intento de regeneración. Es la gente que pidió perdón en aquel vídeo, en un gesto que les honraba pero que a todas luces resultaba insuficiente: no eran ellos quienes debían disculparse, los temas mencionados eran ínfimos respecto a la dimensión del problema, y aun siendo mínima la asunción manifestada de las culpas, lo justo hubiera sido apartarse de la política tras hacerla.
No quisiera resultar injusto con algunas personas de la dirección del PSOE que quizá lleven años luchando contra este estado de cosas. Sólo puedo decirles que, en mi opinión, no es el sitio más adecuado para hacerlo. Es más, el tiempo ha demostrado que nunca lo fue. Los imagino cansados de no conseguir nada. Por la puerta de atrás de nuestro régimen político se ha ido conformando una casta político-económica que se beneficia y se protege mutuamente de la crisis a costa de empobrecer al resto. Es la definición de oligarquía que conocemos desde los griegos, y el PSOE no resulta ajeno a ello. Lo más visible está en esos líderes que participan en las puertas giratorias de colocación que mencionaba antes. Pero su alcance es aún mayor a otros niveles. Por tanto, no sólo es que hayan cometido acciones políticas lamentables que recordaremos largo tiempo —aun de manera involuntaria, pues tal es su fuerza—. Es que representan mucho de lo que hoy por hoy nos aleja de la democracia. El peso del aparato, de la jerarquía, de la cultura política asumida en su seno, de nuestra propia memoria, es tal, que resulta imposible valerse de ese partido para ningún objetivo de la izquierda.
Así que gentes del PSOE, échense a un lado o aproxímense a título individual y sin dobleces, la izquierda real de este país quiere unirse y pide paso.


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