domingo, 24 de noviembre de 2013

#25N: Stop violencia. Abajo el patriarcado.

Hace unas semanas nos animaron en clase a participar en un mural que el Centro Adscrito de Trabajo Social de la Universidad de Almería realiza cada año con motivo del 25 de noviembre, día contra la violencia de género. En ediciones anteriores no quise participar debido a los tintes asistencialistas y tópicos que solían englobar, pero este año, a tratarse de una práctica de clase obligatoria, decidí no renunciar a mis pensamientos y participar de la forma en la que mejor veo conveniente.

Estoy cansado de que cada 8 de marzo se tire de tópicos para tratar de evitar hablar sin tapujos de la verdadera lacra que causa la violencia machista: un sistema patriarcal que desde pequeños nos impide ser lo que la sociedad no quiere que seamos. Un sistema que, entre otras muchas cosas, relega a la mujer a mera comparsa de un hombre rudo e insensible, que adscribe comportamientos a cada género y que margina y estigmatiza a quienes viven su vida en libertad y sin complejos.

La violencia de género no acabará con camisetas naranjas colgadas en la C/ De las Tiendas. Tampoco lo hará por más millones que las administraciones públicas asignen a campañas en las que vemos a actrices maquilladas con ojos morados o levantando un teléfono. La violencia de género acabará cuando las personas, al margen de nuestro sexo u orientación sexual, decidamos dar valor y respetar la diversidad y hagamos que masculino y femenino sean términos secundarios que diferencien genitales, y no personas ni formas de ser.

Soy hombre. Soy feminista. Quiero una igualdad que respete la diversidad.

miércoles, 6 de noviembre de 2013

Si hoy tenéis cerca El Diario de Almería no dudéis en echar un vistazo al extracto de mi artículo "Miles de ERASMUS a su suerte" que han adjuntado a la noticia del #WERTrecula


martes, 5 de noviembre de 2013

Miles de ERASMUS a su suerte

Ayer entré en cólera tras leer los nuevos requisitos para recibir la ayuda económica del gobierno que el Ministerio de Educación hizo públicos en el BOE del pasado 29 de octubre. Necesitaba compartirlo a gritos entre mis compañeros de universidad; un programa con más de 25 años de solera volvía a ponerse en jaque en nuestro país y los posibles beneficiarios de este tenían que conocerlo. En consecuencia, decidí mandar la información a la página “El Informer de la UAL” (una página seguida por más de 4.000 estudiantes de la universidad de Almería en la que puedes encontrar desde romances hasta venta de apuntes), y mi sorpresa fue que entre los comentarios de la noticia había más detractores que defensores.

Quienes no defendían precisamente el programa ERASMUS entonaban los típicos tópicos que quienes han disfrutado esta beca habrán sufrido en numerosas ocasiones: “son unas vacaciones pagadas”, “no van a clase” o “están todo el día de fiesta” servían para apoyar un recorte que en si no supone el fin del programa en nuestro país, pero que pone en una difícil tesitura a quienes la están disfrutando actualmente.

La beca ERASMUS te da la oportunidad de estudiar un determinado periodo de tiempo (normalmente un semestre o un curso escolar completo) en una universidad extranjera. Habitualmente la dotación económica que recibe cada estudiante procedía de tres sitios: del programa en si (la Unión Europea), del gobierno de tu país y, en el caso de España, de la Comunidad Autónoma que oferte ayudas complementarias a las anteriores (en la actualidad solamente Andalucía). Hasta el año pasado la cuantía ministerial dotaba de 100 euros al mes a cada beneficiario y de 85 euros más a aquellos estudiantes que fuesen becados por el Ministerio, pero este año la cosa cambia; el nuevo requisito que se introduce impide recibirla a quienes no fueran becarios del Ministerio el curso pasado (2012-2013).


Pudiendo estar de acuerdo o no con la medida, podemos calificar de indecente el hecho de cambiar los requisitos para ser beneficiario de la cuantía si tenemos en cuenta que esto ha ocurrido más de 2 meses después de que miles de estudiantes de todo el país se encuentren estudiando en sus universidades de destino. La realidad a la que cientos de estudiantes se enfrentan hoy en el extranjero es la de que su gobierno les niega siquiera una cuantía mínima con la que ya contaban. Ahora tendrán que decidir entre volver a sus universidades de origen y verse obligados a devolver el dinero recibido (teniendo en cuenta además el desembolso acarreado por cada estudiante y el hecho de incorporarse a un cuatrimestre que está a punto de llegar a su Ecuador) o seguir adelante con los escasos 115 euros que la Unión Europea da cada mes sin distinción.

Las justificaciones del ministro Wert no se han hecho esperar, pero ya no convencen a nadie. El gobierno de Rajoy se ha atrevido a hacer algo que la Unión Europea no ha sido capaz de llevar a cabo: privar a miles de un programa que ha cambiado tantas vidas, que ha ayudado a progresar a cientos de universidades que se benefician de este, porque las becas ERASMUS no se limitan a lo académico, y el programa SOCIAL ERASMUS ( en el que los estudiantes internacionales realizan actividades de voluntariado en asociaciones de diversa índole) es solo un ejemplo de entre los muchos que podríamos citar.

Para quienes defendemos la educación pública como principal herramienta de igualdad social y creemos que todos los programas que sirvan para intercambiar experiencias y nutrirse de una cultura e idiomas diferentes son positivos este recorte ha supuesto un mazazo, pero está claro que el gobierno no está en esta sintonía; lo demostró el año pasado al eliminar los cursos de idiomas en el extranjero para menores de 30 años o al dejar sin dotación presupuestaria a la famosa beca SÉNECA de intercambio entre universidades españolas. Pero no hay más que echar un vistazo a la LOMCE para darse cuenta de que una educación cambiante, acorde con los tiempos, inclusiva y universal no es algo que esté en sintonía con el ideario del Ministro de Educación.

Me empiezo a plantear que todo esto sea una estrategia de José Ignacio Wert para que sigamos celebrando ”fiestas de cumpleaños”.

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ACTUALIZACIÓN: ¡Notición! Después de una bronca de la UE, del posicionamiento en contra de Nuevas Generaciones, de la regañina en modo postureo de dirigentes del Partido Popular, pero sobretodo, de la movilización masiva a través de las redes sociales y medios de comunicación de la comunidad estudiantil, Wert recula y mantendrá los mismos requisitos para obtener la ayuda ministerial de la beca ERASMUS que el año pasado. Un alivio para miles de estudiantes que tras dos meses estudiando fuera del país se veían en una complicada situación.


Por desgracia nunca sabremos la influencia de mi reciente artículo "Miles de ERASMUS a su suerte" en la decisión del tito Ignacio, pero estoy seguro de que habrá sido, como mínimo, decisiva.

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